domingo, 23 de febrero de 2014

Película "Curvas de la vida"



“Curvas de la vida” (Trouble with the curve) es una película del director Robert Lorenz, estrenada en el 2012 y cuyos protagonistas son Clint Eastwood, Amy Adams y Justin Timberlake.


La historia gira en torno al beisbol, deporte que apasiona a Gus Lobel (Clint Eastwood). Durante años, él ha sido reconocido como uno de los mejores cazatalentos del equipo Atlanta Braves; sin embargo, el paso del tiempo ha comenzado a dejar huellas: su visión poco a poco ha ido empeorando, dificultándole realizar su trabajo. Además, sus jefes quieren despedirlo por dos razones. La primera es debido a su edad; y la segunda es que él no ve al beisbol de la misma manera que ellos, es decir, como un negocio en el que sólo importa generar dinero. Ellos quieren aprovechar que su contrato está a punto de terminar, pero no sin antes enviarlo a Carolina del Norte para descubrir un posible nuevo talento: Bo Gentry.
Es importante mencionar que esta película no sólo nos muestra el aspecto profesional de Gus Lobel, sino también el personal, especialmente la relación que tiene con su hija Mickey (Amy Adams), una gran abogada que está a un paso de convertirse en socia de una firma. Ella, por más que ha intentado, no ha podido tener una relación cercana con su padre desde la muerte de su mamá. A pesar de ello, al saber la condición física de su padre, decide acompañarlo en su viaje.
Ahí se encuentran con Johnny “Flames” Flanagan (Justin Timberlake). Él es un antiguo beisbolista descubierto por Gus pero que debido a una lesión ahora es un joven cazatalentos quien también va a evaluar a Bo Gentry. Johnny muestra interés en Mickey, por lo que la ayuda a superar algunos problemas y a que se dé cuenta de cosas valiosas que hay en la vida y que antes no veía.
Pasan los días, y cuando llega el momento de decidir si ofrecerle o no un contrato a Gentry, Gus les comunica a sus jefes y amigo Pete Klein (John Goodman) que no lo hagan; y le aconseja a Johnny hacer lo mismo. Sin embargo, el equipo Atlanta Braves no hace caso. Gus se siente decepcionado y enojado; mientras que Johnny siente que fue traicionado. Por su parte, Mickey antes de regresar a casa, descubre de manera inesperada a Rigo Sánchez, un joven de origen humilde que sin duda tiene un gran talento para el beisbol. Lo lleva para que el equipo de Atlanta Braves le haga una prueba, y cuando le piden enfrentarse a Bo, se dan cuenta de que Gus tenía razón.
Al final, Mickey decide que ya no quiere convertirse en socia de la firma y prefiere seguir los mismos pasos de su padre, ya que para ella el beisbol también es su verdadera pasión. Además, inicia una relación con Johnny. Por su parte, a Gus se le pide que continúe trabajando para Atlanta Braves, pero él no está seguro pues aprecia el deporte por encima del dinero.


En lo personal, “Curvas de la vida” me parece un buena película pues, si bien la historia tiene como base el beisbol, lo importante de ella es observar las relaciones que tienen sus personajes y cómo éstas los van transformando. Primeramente está Gus con su hija. El viaje los une porque finalmente se sinceran el uno con el otro, hablan sobre el pasado, se dan cuenta que son muy parecidos y que el que hayan estado distanciados no significa que su amor haya desaparecido. Gus logra perdonarse así mismo por sus decisiones y comienza a aceptar que el envejecer no  es malo, simplemente es otra etapa de la vida. Por otra parte, el que Johnny haya aparecido, significó para Mickey algo muy importante, pues le hizo ver la vida de otra manera, que el mostrar sus sentimientos no significa debilidad.

Es así que la película muestra el impacto que pueden tener ciertas relaciones y la importancia de la comunicación. 

jueves, 13 de febrero de 2014

Entrecruzamiento narrativo, “Encuentros que cambian la vida”

Este es un cuento que escribí como ejercicio del "entrecruzamiento narrativo", espero les guste.

Alejandro, a sus 29 años, era considerado uno de los mejores abogados en la ciudad. Quien lo conociera diría que su vida era perfecta, pues tenía un trabajo que amaba, vivía en un apartamento lujoso, tenía autos del año, vestía las mejores marcas, y por si fuera poco, hace 3 meses se había casado con Natalia, la mujer de sus sueños. Sin duda, todo parecía maravilloso. Pero esa mañana, Alejandro no sentía eso, pues había tenido una gran discusión con su esposa. No se podía negar el amor que había entre ellos pero había un aspecto en el que no coincidían que era el de tener hijos. Él no lo tenía contemplado en sus planes pues su vida hasta ese momento era perfecta, ¿para qué arriesgarse?, además, nunca se visualizó como un buen padre. Por el contrario, uno de los más grandes sueños de Natalia era ser madre. Su discusión duró 2 horas y pudo haber continuado de no ser que él tenía una junta importante con un cliente a la cual no podía faltar.

Después de platicar son su cliente, Alejandro no podía dejar de pensar en lo ocurrido en la mañana. Quería salir de su oficina, y caminar sin rumbo fijo, tal vez eso lo ayudaría a tranquilizarse y pensar sobre su relación. Llegó a un parque, uno que nunca antes había visitado, y tras haber caminado por un par de horas buscó una banca en donde sentarse y descansar. Junto a él se encontraba una muchacha, tal vez tenía alrededor de unos 20 años. Ella se percató de que aquel joven que se había sentado junto no se encontraba bien, su semblante lo delataba. Recordó que en su bolsa llevaba un recipiente con una rebanada de pastel de chocolate que había hecho el día anterior, lo sacó y se lo ofreció al joven. Los pensamientos de Alejandro se vieron interrumpidos, y antes de poder decir una palabra la muchacha le comentó “mi madre siempre me ha dicho que las penas con pan son buenas”. Alejandro no había ni desayunado ni comido, tenía mucha hambre por lo que aceptó el pastel y dijo “muchas gracias…”, “Ana”, respondió ella y continúo “disculpe, si no es mucha indiscreción, ¿qué es lo que le pasa?”. Alejandro solía ser un hombre desconfiado, pero aquella muchacha inspiraba confianza y sin más, comenzó a contarle su historia, tal vez desahogarse lo ayudaría.

Al finalizar, Ana comprendió por qué él estaba tan abrumado y no sabía que palabras decir para ayudarlo, pues no estaba casada y desde que tenía memoria, ella siempre le habían gustado los niños. Entonces, se le ocurrió que tal vez él necesitaba distraerse aunque fueran unos minutos, por lo que decidió contarle su historia.

Ana había crecido en un pueblo lejos de la ciudad con sus padres y 4 hermanos menores. Debido a que la economía en su hogar no era muy buena, tomó la decisión de  buscar un trabajo fuera. Al llegar a la ciudad, se dio cuenta que sería muy difícil encontrar empleo, pues era joven y no tenía experiencia laboral. Un día, mientras leía la sección de trabajos en el periódico encontró un anuncio de una señora que buscaba una niñera. Ana ayudó a su madre a cuidar a sus hermanos, entonces vio una oportunidad. Se dirigió a la dirección que venía en el anuncio, la recibió la señora y después de entrevistarla, le dio el trabajo.

Ana le confesó a Alejandro que sí le gustaba su trabajo, los dos niños de la señora se habían encariñado con ella y los quería mucho, pero al mismo tiempo pensaba que no se dedicaría toda su vida a ser niñera. Su verdadera pasión era la repostería. Después de unos 30 segundos donde los dos se quedaron en silencio, Ana se levantó de la banca y le dijo a Alejandro que ya tenía que ir a la casa de la señora. Él le regresó su recipiente y le dijo “sabes, por lo poco que te conozco me doy cuenta que eres una persona trabajadora, perseverante y con muchas ganas de salir adelante. Además, tu pastel de chocolate estuvo delicioso. No renuncies a tu sueño”. Ana sonrió y le dio las gracias.

“Buenas tardes señora Victoria”, dijo Ana al llegar a la casa. Victoria tenía mucha prisa, ya se le hacía tarde para ir a la oficina, por lo que sólo le regresó el saludo, se despidió de sus hijos con un beso y le avisó a Ana que regresaría como a las 7 de la noche. Mientras Ana jugaba con los niños, no pudo olvidar lo que le dijo Alejandro y se dijo a sí misma que cumpliría su sueño de poner una pastelería, nunca antes había estado tan decidida a hacerlo.

Cuando Victoria regresó a su casa, Ana le contó los planes que tenía. Para Victoria, Ana no sólo era la niñera, se había convertido en un miembro más de su familia, por lo que le ofreció su apoyo. Le dijo que se tomara el día siguiente para visitar a una de sus amigas que se dedicaba a dar asesorías a quienes quisieran empezar un negocio; y que por lo niños no se preocupara, ella pasaría todo el día con ellos.

A la mañana siguiente, Victoria salió con sus dos hijos rumbo al supermercado. Estando en el área de frutas y verduras, uno de los niños aventó su juguete y cayó al piso. Victoria tenía las manos ocupadas, por lo que un hombre se acercó a recogerlo y se lo entregó al niño. Victoria le dio las gracias y comentó “tal vez puedan ser un poco traviesos, pero sin duda mis hijos son lo más importante que tengo y el amor que hay entre un padre y un hijo es el más sincero del mundo”. El hombre respondió con un de nada y ella le deseo un buen día.

A Alejandro le sorprendieron aquellas palabras que dijo la mujer, sin duda, no se imaginó escuchar algo así en el supermercado. Esa oración lo hizo reflexionar, por lo que cuando llegó a casa con su esposa, le ofreció una disculpa por la discusión del día anterior. Estaba dispuesto a conversar con ella y que si en su destino estaba el ser padres, él iba a tratar de ser el mejor.

“Las batallas en el desierto” de José Emilio Pacheco

José Emilio Pacheco es el autor de la novela “Las batallas en el desierto”, publicada en 1981. La obra gira entorno a la historia de Carlitos, quien a sus 8 años se enamora por primera vez, hecho que es controversial debido a que lo hace de Mariana, mamá de su amigo Jim. Ella tiene veintiocho años, pero para Carlitos ella es perfecta y la describe como joven, elegante, y sobretodo, hermosa. Y lo que realza la historia y hace única a esta novela es como José Emilio Pacheco trabaja el contexto. Desde la primera página, Pacheco logra darnos una imagen de cómo es México y el estilo de vida de sus habitantes a principios de la década de los 50’s, específicamente durante el gobierno del presidente Miguel Alemán (1946-1952).

La novela, que es relatada por el propio Carlitos ya a sus 60 años (autor autodiegético), tiene lugar en el México después de la Segunda Guerra Mundial. “Las batallas en el desierto” nos da un retrato de la sociedad conservadora de la época, donde la religión estaba muy arraigada, había quienes llamaban a sus padres de usted y se asustaba a los niños con la historia del Hombre del costal. También, la discriminación debido a la raza era notoria, tanto que los mismos niños se peleaban en un patio de tierra colorada por lo que decían que “comenzaban las batallas en el desierto”.  México era un país en el que las clases sociales estaban muy marcadas entre sí y sus habitantes no estaban conformes con el gobierno de Alemán ya que lo consideraban corrupto. Asimismo, en esa época es cuando el país comienza a tener gran influencia de Estados Unidos: cada vez se escuchaban más palabras en inglés y los mexicanos comenzaban a darse cuenta de la importancia de aprender ese idioma, pero sin duda el mayor impacto era la entrada de empresas estadounidenses con productos muy distintos a los mexicanos. Esto afectaba a toda la industria nacional, y su población lo resentía, como la familia de Carlitos que era dueña de una fábrica de jabones.

La historia de amor de Carlitos gira entorno a este contexto. Ésta inicia cuando Jim lo invita a su casa a merendar y conoce a Mariana; desde ese momento ella se convierte en su obsesión. Carlitos ya no puede callar más, por lo que le confiesa su amor; y como era de esperarse no es correspondido. Al enterarse sus padres, es enviado a confesarse con un sacerdote pues su madre piensa que su alma está en peligro de eterna condenación; mientras que su padre lo envió con un psiquiatra pues consideraba que no era un niño normal, algo no estaba bien en su cerebro. Carlitos no entiende porque un acto inocente puede ser visto como malo. Sus papás deciden cambiarlo de escuela; y después, su familia comienza a hacerse de dinero. Un día se reencuentra con Rosales, un antiguo amigo, quien le dice que Mariana se suicidó. Carlitos no lo creé por lo que va a buscarla pero no tiene éxito; al final, no sabe si lo que le dijo Rosales fue cierto.


“Las batallas en el desierto” es una novela corta que utiliza un lenguaje sencillo y directo. Personalmente considero que lo que la hace especial es la forma en que José Emilio Pacheco describe con tantos detalles a México en aquella época y cómo une esto con la historia de Carlitos. Al final, uno puede entender la forma de vida de sus habitantes y su mentalidad en esos años.